Así como su segundo nombre, el licenciado José Ángel Castillo Guerra, es un ángel guerrero de la enfermería, quien gracias a su vocación y conocimiento, fue designado recientemente como el primer jefe del Departamento de Enfermería dentro de una unidad ejecutora a nivel nacional de la Caja de Seguro Social (CSS), siendo dicha instalación, la Policlínica “Presidente Remón”.
Procedente de Cerro Punta, Chiriquí, el licenciado José Ángel estudió esta carrera en la Universidad Autónoma de Chiriquí y tras obtener el título que lo acredita como enfermero, ingresa a las filas de colaboradores del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid, centro médico, que es semillero de grandes profesionales de la salud.
El estudio ha sido una constante en su vida, razón por la cual tiene varias maestrías acreditándose como intensivista, docencia superior y epidemiología, además de poseer alta experiencia administrativa, conocimientos que le hicieron alcanzar el cargo de supervisor administrativo, siendo el segundo licenciado en enfermería en ostentar ese puesto dentro de la CSS.
Se ha forjado el fragor del combate de devolver la salud a través de diferentes flancos. A lo largo de los años, vivió momentos de alerta nacional e internacional por diversas patologías; no obstante, la crisis sanitaria más grande en 100 años como ha sido la Covid – 19, fue un reto que asumió con fe y disciplina, puesto que le tocó atender entre muchos pacientes, a las segundas personas que resultaron afectados en Panamá por la Sar-COV-2, a quienes atendió con mucha empatía, disipando las sombras negras que representaba la incertidumbre, porque en ese momento, no se asomaba en el horizonte, la existencia de una vacuna para contrarrestar ese mal.
En la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo a la que fue llamado a laborar en medio de la pandemia, le tocó ver morir muchas personas, pero también vio surgir el milagro de la vida.
Entre las premisas que han impulsado su existencia, cuenta el licenciado Castillo, está la manifestada por su padre y que escuchaba desde su temprana niñez: todos los retos que te pongan, esas piedras que te pongan en el camino, no los quites... utilízalas como escaleras.
Con este pensamiento aprendió que no hay que dejarse vencer por la adversidad, y que esas rocas, pueden convertirse en piedras preciosas que pueden adornar corazones.
Reconoce que el reto de liderar el Departamento de Enfermería lo asume con mucha humildad y compromiso, e invita tanto a los jóvenes, tanto a mujeres como hombres a considerar esta carrera como profesión.
“Somos cuidadores, la atención del paciente es prioridad, la humanización, la empatía. La enfermería es un apostolado de acompañamiento puesto que estamos en todos los procesos, desde el principio de la vida hasta el final de la existencia”, concluyó.